CORAZONADA
Sentir que las piezas
encajan entre mi boca y un par de susurros desprendidos de una mirada llena de
credibilidad.
Y jugar con la sensualidad de la palabrería barata, y tu voz, y tus gemidos, al
expectante de una jugada muy mal pensada, en donde mis dedos terminen
insatisfechos.
Sos la inocencia detrás del disfraz, mi pequeño querubín, que se refugia en las
garras del pecado.
Te leo siempre. Saludos.
ResponderBorrar¡Me hace feliz saberlo! Saludos.
Borrar:)
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